miércoles, 27 de abril de 2011

Literatura en Guinea Ecuatorial. Por Cristian Claudio Casadey Jarai

La historia de Guinea Ecuatorial es muy diferente a la de las demás colonias españolas de antaño. La peculiar geografía de este noble país africano, sumado a su propia idiosincrasia y cultura, hacen de su literatura un caso excepcional en el mundo hispánico. Lejos por momentos de América, y a la vez en cierta forma hermanada con el Nuevo Mundo, Guinea Ecuatorial es todavía una perla que merece ser descubierta por los estudiosos de otras latitudes.

En sus comienzos, la literatura guineoecuatoriana se caracterizaba por ser un conjunto de libros de crónicas, de viajes, al estilo de las crónicas americanas (recordar los escritos de Américo Vespucio, por ejemplo).

Durante el período colonial se desarrolló lo que luego se denominó literatura de consentimiento, en la cual de alguna manera “se sacraliza” la colonización española, se consiente la dominación por parte del hombre blanco (de ahí su nombre) y se consolida, de forma cultural, el poder español.

La literatura de consentimiento es un factor, entre otros, que contribuye a reafirmar la fortaleza del régimen colonial. Estos elementos siempre estuvieron presentes en la cultura de una u otro modo, en todas partes del mundo. El príncipe, de Maquiavelo, en Occidente, y en particular El arte de la guerra, de Shun Tzu, en Oriente, son obras que analizan en profundidad los juegos de poder. Este tipo de literatura es una apología del colonialismo, fortalece ese sistema y sirve, a la vez, de propaganda política.

Es de destacar que la literatura de disidencia comienza, según Albert Camus, en los tiempos modernos. La novela surge al mismo tiempo que el espíritu de rebeldía.

En la novela hispanoafricana, en referencia a Guinea, la exuberancia de su naturaleza es su tema central y sus personajes principales suelen ser blancos, casi siempre idealizados. El nativo suele ser retratado desde una óptica negativa y paternalista. Desde las letras se intenta justificar la empresa colonial, es decir, “la civilización y la cristianización de los pueblos primitivos”. Hay que resaltar que son obras dirigidas al lector de la metrópoli, no al colono y mucho menos al aborigen.

Guinea Ecuatorial fue declarada independiente el 12 de octubre de 1968, fecha simbólica por sobre todo para España. Luego de este hecho se vivió, en palabras de Donato Ndongo Bidyogo, “la opresión del negro por el negro”. Hay que mencionar que a menudo, desde el exilio, no queda otro medio de resistencia moral que el de las letras, el de la denuncia, ya sea bajo el vestido de la poesía, de la música, o bien de cualquier otra manifestación artística y/ o intelectual. Los gobiernos, conscientes de ello, buscan de todas las maneras posibles censurar a los pensadores.