jueves, 21 de abril de 2011

Todo es invisible bajo la tumba. Poesía de Cristian Claudio Casadey Jarai

Todos es invisible bajo la tumba

Tan negra es la tierra

Me encuentro perdido,

Con un sentimiento de fragmentación ante el fuego intenso, siempre bajo tierra

El mal olor se ha ido de mi ataúd

Totalmente pegajoso al lado de los espíritus

Fantasmas rabiosos que contaminan mi tierra

Estoy vigilante. Mi cuerpo se ha desvanecido

Todos es invisible bajo la tumba

Soy transparente. La noche se desvanecerá vacilante

Ante el ruidoso silencio

Que aturde al borde del mundo

Donde cae lentamente

Una libreta de direcciones vacía

De mis sueños perdidos

Buscando el camino de regreso

Mientras la multitud observaba

Mi triste partida.

Todas las áridas mañanas detrás de la manada

Bastante antes de que se marche lejos el árido paisaje de ensueño

Me encuentro con los cerebros desnudos de la gente sin corazón.

¡Apriete la peluca! El día no es más día.

Estamos sordos, detrás del cielo

Transformándonos en luces tranquilas, cerca de la fuente de juventud.

El placer debe continuar

Todas las áridas mañanas sigo detrás de la manada

Estiramos los huesos rabiosos contra el agua fresca

Vientos nublados e intangibles

Saliendo al mundo

Cualquier marea que sopla

Después de no sé cuántos viajes

El refugiado

Perdió la oportunidad

Cuando el mundo era nuevo.

No extraño a esta manada árida e ingrata.