lunes, 3 de noviembre de 2008

El "Locus Amoenus" en la Ciencia Ficción.



 

 

Probablemente, el tópico literario más desarrollado es el del paisaje bucólico, llamado Locus Amoenus (expresión latina que significa “lugar placentero”). Se refiere un lugar idealizado, próximo al Edén, al mítico Jardín de las Hespérides, al Génesis bíblico en cuanto a sus sugerencias. Se lo usa para crear el contexto adecuado para el avance de una acción, de un relato amoroso, una poesía. Por ejemplo: una suave brisa, brillantes como el oro, jardín de espesas flores, etc.

 

 Fueron utilizados por grandes autores como Homero, Teócrito, Virgilio entre otros de la antigüedad. No por haber usados en tiempos remotos han perdido actualidad, mas bien son eternos en la creación literaria.

 

Ahora bien, ¿Existen tópicos propios del estilo Locus Amoenus en ciencia ficción? 

 

Abierta la interrogante, es menester analizar un poco el estilo a tratar.

 

La ciencia ficción, en general la futurista, brinda al espectador dos especies de mundos venideros: Uno caótico, al más puro estilo Mad Max , en donde se han perdido los valores y se vive en la más completa anarquía (entendida como falta de orden y leyes, no al estilo de pensadores como Malatesta); o un universo puramente tecnológico y espacial como en “Star Trek” o “Star Wars”. Por supuesto, con innumerables variantes entre un punto y otro.

 

En el primer caso, el ambiente descrito poco tiene que ver con el paraíso edénico de los antiguos, en todo caso estaría más cercano a una especie de infierno en la tierra, no en el sentido clásico de demonios y fuego, sino como un lugar espantoso en donde es sumamente difícil vivir en paz. En cambio, en las visiones futuristas cósmicas, se presentan las situaciones en un círculo sumamente avanzado, en donde las máquinas pueden hacer prácticamente de todo, un “olimpo” de la ciencia, mundo perfecto si no fuera por las almas reprimidas de los protagonistas que luchan por un ideal, en la mayoría de los casos por la libertad.

 

Por lo tanto, nunca desaparece el Locus Amoenus en la creación literaria, simplemente cambia, muta o evoluciona según los gustos de cada época.


Cristian Claudio Casadey Jarai