jueves, 5 de mayo de 2011

Hitlerismo Esotérico. Por Cristian Casadey Jarai

Las dudas actuales sobre la muerte de famosos terroristas como Osama Bin Laden o el corrupto dictador Néstor Kirchner han resurgido nuevamente antiguas teorías sobre el fallecimiento de otros personajes.

No es ningún secreto de que muchas personas afirman que Hitler no murió en su búnker en 1945. Que el cráneo y los huesos conservados por los rusos, los cuales se suponían que pertenecían al Führer, al final resultaron ser apócrifos. Los testimonios de quienes rodearon a Hitler en esos últimos momentos están llenas de inconsistencias y de dudas. Todo esto se asemeja bastante al caso de Bin Laden y Kirchner; otro punto en común es el terror que inspiran todos ellos. Pero el fanatismo humano no conoce de límites. Por eso la gente se desgarra las ropas por el fallecimiento de Bin Laden y Kirchner, mientras otros festejan. Son demonizados y a la vez santificados, al igual que Hitler. Pues bien, ahora el tema que ha regresado nuevamente es el hitlerismo esotérico, extraña corriente, si las hay, iniciado por el poeta Miguel Serrano, quien, también para alimentar aún más las contradicciones, fue un gran amigo de Pablo Neruda.

Miguel Serrano nació en Santiago de Chile en 1917 y falleció en la misma ciudad suramericana en 2009. Su filosofía, de carácter antimodernista y neognóstica propone un origen intraterrestre de la raza de los arios hiperbóreos, y afirma que existe una conspiración mundial encabezada por un dios oscuro al que denomina como el Demiurgo, adorado por los judíos, deidad del planeta Tierra, creador de los homínidos y también del materialismo. De esta forma Hitler es un elegido, un avatar que lucha contra estas fuerzas malignas, por lo que la Segunda Guerra Mundial en realidad se habría librado en el terreno espiritual. En cierta forma Hitler ha sido un Cristo que se sacrifica a favor del bien, resucita y escapa a la Antártida, en donde espera el momento propicio para la Última Batalla. Hay que destacar que Serrano tuvo la oportunidad de viajar a la Antártida como periodista, lo que le sirvió de inspiración para sus libros e historias. Hay una característica innegable en Miguel Serrano: Su imaginación no conocía límites…